Los empleados felices son más productivos.   La felicidad puede aumentar la productividad al hacer que los empleados sean más eficientes y efectivos en sus funciones.

Se ha demostrado que las actividades atractivas y divertidas en entornos de aprendizaje mejoran la calidad del aprendizaje y la retención.   Las actividades divertidas y basadas en la curiosidad pueden reducir el estrés y la ansiedad, que son barreras para un aprendizaje eficaz.   Cuando los empleados están comprometidos y entusiasmados por aprender, sus cerebros son más receptivos a la nueva información.

El bienestar general de los empleados está estrechamente relacionado con el rendimiento.   Los empleados felices no solo tuvieron un mejor desempeño, sino que también tuvieron una mayor satisfacción laboral y menores tasas de rotación.   Por lo tanto, garantizar que las prácticas de gestión de la calidad contribuyan a un entorno de trabajo positivo puede conducir a un mejor rendimiento y resultados de calidad.